(12 de julio de 2oo8: Residencia de Estudiantes)
"Qué preparados estamos para un mundo distinto a éste".
(Henry David Thoreau, Escribir. (Una antología), Valencia, Pre-Textos, 2oo8, p. 51. Traducción de Javier Alcoriza, Antonio Casado da Rocha y Antonio Lastra).
martes, 30 de septiembre de 2008
domingo, 28 de septiembre de 2008
la plenitud no basta
(10 de febrero de 2oo8: Parma)
"Con todo, al mismo tiempo sé de sobra que nada podrá colmarme, porque ésa es la primera condición de la vida: desear siempre. De otro modo, la vida dejaría de ser. Es uno de los principios de la vida, estar por siempre sin colmarse. La plenitud no basta para colmar nada. Solamente las piedras no desean nada, aunque, ¿quién sabe?, tal vez en las piedras también haya agujeros que nunca hemos descubierto".
(J.M. Coetzee, En medio de ninguna parte, Barcelona, Mondadori, 2oo3, p. 157. Traducción de Miguel Martínez-Lage).
"Con todo, al mismo tiempo sé de sobra que nada podrá colmarme, porque ésa es la primera condición de la vida: desear siempre. De otro modo, la vida dejaría de ser. Es uno de los principios de la vida, estar por siempre sin colmarse. La plenitud no basta para colmar nada. Solamente las piedras no desean nada, aunque, ¿quién sabe?, tal vez en las piedras también haya agujeros que nunca hemos descubierto".
(J.M. Coetzee, En medio de ninguna parte, Barcelona, Mondadori, 2oo3, p. 157. Traducción de Miguel Martínez-Lage).
viernes, 19 de septiembre de 2008
Elena Medel
(6 de junio de 2oo7: Elena Medel en su habitación de la Residencia de Estudiantes)
En los demás
Tú y yo en los demás: libran a la manzana de su piel. Más
hermosos cuando estamos a solas.
Cristal en añicos, infancia, salón que es refugio: la huida
deja atrás nuestros problemas.
Descuidar el gesto cuando servimos agua. Adiós, pues,
al equilibrio entre ademán y efecto.
Desbordarse. Qué esperas tú de mí. Defraudar la intensidad
del otro: tú y yo en los demás.
(En los demás, Madrid, El Club de los Negocios Raros, 2oo8)
En los demás
Tú y yo en los demás: libran a la manzana de su piel. Más
hermosos cuando estamos a solas.
Cristal en añicos, infancia, salón que es refugio: la huida
deja atrás nuestros problemas.
Descuidar el gesto cuando servimos agua. Adiós, pues,
al equilibrio entre ademán y efecto.
Desbordarse. Qué esperas tú de mí. Defraudar la intensidad
del otro: tú y yo en los demás.
(En los demás, Madrid, El Club de los Negocios Raros, 2oo8)
martes, 16 de septiembre de 2008
un solo círculo
(9 de septiembre de 2oo8: Sobre la playa de Barcelona)
"Por la época en que estudiaba segundo o tercero en el colegio de niñas, nos preguntaron en un examen de gramática inglesa la voz activa y pasiva de los verbos. Golpear, ser golpeado; ver, ser visto. Entre muchos ejemplos de esa índole, brillaba esta pareja de palabras: amar, ser amado. Mientras cada alumna examinaba las preguntas meditando con atención y chupando la punta del lápiz, una de ellas, no sin malicia, hizo circular un trozo de papel, y la chica que estaba detrás de mí me lo pasó. Cuando lo tuve ante los ojos, me topé con una pregunta: "¿Deseas amar? ¿Deseas ser amada?". Y bajo las palabras "Deseas ser amada" aparecían numerosos círculos trazados con tinta, con lápiz azul o rojo. En cambio, bajo las palabras "Deseas amar" no figuraba ningún signo. No fui una excepción y añadí una marca más debajo de "Deseas ser amada" [...] Pero, durante aquel examen, la alumna sentada a mi lado cogió el papel, le echó un vistazo y, sin vacilar, trazó un gran círculo, apretando bien el lápiz, en el sitio en que no figuraba ningún signo. Ella deseaba amar. Aun hoy, recuerdo perfectamente que en aquel momento me sentí desconcertada, como si me hubiesen atacado de repente a traición; con todo, en el mismo instante, me invadió un leve sentimiento de rebelión, a causa de la actitud intransigente de mi compañera. Era una de las alumnas más grises de la clase, una muchacha apagada, más bien encerrada en sí misma. Ignoro qué habrá sido de su vida, con su pelo tirando a castaño y siempre sola. Pero hoy, mientras escribo esta carta, ya más de veinte años después, me vuelve el rostro de aquella muchacha solitaria, como si sólo hubiese transcurrido un breve espacio de tiempo".
(Yasushi Inoué, La escopeta de caza, Barcelona, Anagrama, 2oo3
-3ª ed.-, pp. 94-95. Traducción de Javier Albiñana y Yuna Alier).
"Por la época en que estudiaba segundo o tercero en el colegio de niñas, nos preguntaron en un examen de gramática inglesa la voz activa y pasiva de los verbos. Golpear, ser golpeado; ver, ser visto. Entre muchos ejemplos de esa índole, brillaba esta pareja de palabras: amar, ser amado. Mientras cada alumna examinaba las preguntas meditando con atención y chupando la punta del lápiz, una de ellas, no sin malicia, hizo circular un trozo de papel, y la chica que estaba detrás de mí me lo pasó. Cuando lo tuve ante los ojos, me topé con una pregunta: "¿Deseas amar? ¿Deseas ser amada?". Y bajo las palabras "Deseas ser amada" aparecían numerosos círculos trazados con tinta, con lápiz azul o rojo. En cambio, bajo las palabras "Deseas amar" no figuraba ningún signo. No fui una excepción y añadí una marca más debajo de "Deseas ser amada" [...] Pero, durante aquel examen, la alumna sentada a mi lado cogió el papel, le echó un vistazo y, sin vacilar, trazó un gran círculo, apretando bien el lápiz, en el sitio en que no figuraba ningún signo. Ella deseaba amar. Aun hoy, recuerdo perfectamente que en aquel momento me sentí desconcertada, como si me hubiesen atacado de repente a traición; con todo, en el mismo instante, me invadió un leve sentimiento de rebelión, a causa de la actitud intransigente de mi compañera. Era una de las alumnas más grises de la clase, una muchacha apagada, más bien encerrada en sí misma. Ignoro qué habrá sido de su vida, con su pelo tirando a castaño y siempre sola. Pero hoy, mientras escribo esta carta, ya más de veinte años después, me vuelve el rostro de aquella muchacha solitaria, como si sólo hubiese transcurrido un breve espacio de tiempo".
(Yasushi Inoué, La escopeta de caza, Barcelona, Anagrama, 2oo3
-3ª ed.-, pp. 94-95. Traducción de Javier Albiñana y Yuna Alier).
domingo, 14 de septiembre de 2008
el valor de no ser nadie
(17 de febrero de 2oo8: Vaticano)
"[...] Estoy harta de ego, ego, ego. El mío y el de los demás. Estoy harta de que todo el mundo quiera llegar a alguna parte, hacer algo notable, ser alguien interesante. Es repugnante [...] Me da miedo ver que acabaré compitiendo, eso es lo que me asusta. Por eso dejé el curso de teatro. Precisamente porque estoy tan horriblemente condicionada a aceptar los criterios de los demás, y precisamente porque me gusta el aplauso y que la gente me admire, pero eso no lo justifica. Me avergüenzo de ello. Me da náuseas. Me asquea no tener el valor de no ser nadie en absoluto. Me da asco de mí misma y de todos los que quieren causar sensación -hizo una pausa y de pronto cogió el vaso de leche y se lo llevó a los labios".
(J.D. Salinger, Franny y Zooey, Madrid, Alianza Editorial, 1997 -4ª reimpresión-, pp. 29-30. Traducción de Maribel de Juan).
"[...] Estoy harta de ego, ego, ego. El mío y el de los demás. Estoy harta de que todo el mundo quiera llegar a alguna parte, hacer algo notable, ser alguien interesante. Es repugnante [...] Me da miedo ver que acabaré compitiendo, eso es lo que me asusta. Por eso dejé el curso de teatro. Precisamente porque estoy tan horriblemente condicionada a aceptar los criterios de los demás, y precisamente porque me gusta el aplauso y que la gente me admire, pero eso no lo justifica. Me avergüenzo de ello. Me da náuseas. Me asquea no tener el valor de no ser nadie en absoluto. Me da asco de mí misma y de todos los que quieren causar sensación -hizo una pausa y de pronto cogió el vaso de leche y se lo llevó a los labios".
(J.D. Salinger, Franny y Zooey, Madrid, Alianza Editorial, 1997 -4ª reimpresión-, pp. 29-30. Traducción de Maribel de Juan).
viernes, 12 de septiembre de 2008
Almudena Vidorreta Torres
(1 de mayo de 2oo8: Almudena Vidorreta Torres en Punta Umbría)
Déjame caer en la tentación,
déjame que caiga una vez más
y escriba la voz de tu carne,
si es que tiene,
por activa y por pasiva,
convertirme en tu cuerpo del delito
y rezarles a tus vísceras sagradas
para que me empujen a pecar otra vez.
Déjame caer en la tentación
o al menos deja que lo escriba,
que invente cómo me empapo de tu piélago
tan lejos e inaccesible desde ahora
para cualquier otro ser humano de la Tierra...
prefiero un océano de tinta,
un mar inabarcable de palabras
mientras sueño con ahogarme en ti.
Déjame pecar; te daré mi carne
desnuda y en verso libre,
como quieras,
mas no me dejes caer en la tintación
y líbrame del mar.
(en Tintación, Zaragoza, Eclipsados, 2oo7, p. 23)
Déjame caer en la tentación,
déjame que caiga una vez más
y escriba la voz de tu carne,
si es que tiene,
por activa y por pasiva,
convertirme en tu cuerpo del delito
y rezarles a tus vísceras sagradas
para que me empujen a pecar otra vez.
Déjame caer en la tentación
o al menos deja que lo escriba,
que invente cómo me empapo de tu piélago
tan lejos e inaccesible desde ahora
para cualquier otro ser humano de la Tierra...
prefiero un océano de tinta,
un mar inabarcable de palabras
mientras sueño con ahogarme en ti.
Déjame pecar; te daré mi carne
desnuda y en verso libre,
como quieras,
mas no me dejes caer en la tintación
y líbrame del mar.
(en Tintación, Zaragoza, Eclipsados, 2oo7, p. 23)
martes, 9 de septiembre de 2008
Porque tenemos piel
(8 de julio de 2oo8: Coimbra).
"Porque tenemos piel estamos solos"
(en el blog de Chus Fernández -http://elgranteatrodeoklahoma-chus.blogspot.com/-: 1 de septiembre de 2oo8).
"Porque tenemos piel estamos solos"
(en el blog de Chus Fernández -http://elgranteatrodeoklahoma-chus.blogspot.com/-: 1 de septiembre de 2oo8).
sábado, 6 de septiembre de 2008
Este sueño
(3 de julio de 2oo7: cerca de Benasque).
Fábula del tiempo
Lo que sin detenerse
desde muy lejos viene y ya se acerca
e intensamente brilla unos momentos
junto a nosotros y nos hace ser
parte de su fulgor inusitado
y después va alejándose y nos deja
para siempre anhelantes en la sombra
pero con la conciencia de que ardimos.
El amor, la belleza, el existir:
este sueño que somos.
(Eloy Sánchez Rosillo, Oír la luz, Barcelona, Tusquets, 2oo8, p. 79).
Fábula del tiempo
Lo que sin detenerse
desde muy lejos viene y ya se acerca
e intensamente brilla unos momentos
junto a nosotros y nos hace ser
parte de su fulgor inusitado
y después va alejándose y nos deja
para siempre anhelantes en la sombra
pero con la conciencia de que ardimos.
El amor, la belleza, el existir:
este sueño que somos.
(Eloy Sánchez Rosillo, Oír la luz, Barcelona, Tusquets, 2oo8, p. 79).
viernes, 5 de septiembre de 2008
En el vientre del cocodrilo
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