miércoles, 28 de enero de 2009

empezar de cero

(AT y JMB dentro de su propia novela: Rastro, 24 de enero de 2oo9)

SÓLO AHORA

Sólo ahora que mi cabeza se ha cubierto de escarcha,
que tengo miedo de que las campanas estén doblando por mí,
sólo ahora que se alejan los violines,
sé quién es poeta. Poeta es aquel
que siempre vuelve a empezar de cero.

(Izet Sarajlic, Una calle para mi nombre, Lucena, 4 estaciones, 2oo3, p. 51).

lunes, 26 de enero de 2009

nada más

(Rastro de Madrid, 25 de enero de 2oo9)

"Haz lo que nadie podría hacer por ti. No hagas nada más"
(Henry David Thoreau, Escribir. (Una antología), Valencia, Pre-Textos, 2oo8, p. 49)

planes

(Elena Medel y Nacho Escuín en la Plaza del Pilar de Zaragoza: 23 de enero de 2oo9)

"Yo no quería pensar en el futuro. No hacía planes. Para mí, el futuro empezaría el día en que todo se arreglase sin tener que hacer esfuerzo alguno, de la misma forma en que todo se había estropeado antes tan fortuitamente".

(Cristina Grande, Naturaleza infiel, Barcelona, RBA, 2oo8, p. 60)

sábado, 24 de enero de 2009

la soledad en dos

(4 poetas zaragozanos... y yo: Almudena Vidorreta, Juan Marqués, David Mayor, Fernando Sanmartín y Jesús Jiménez Domínguez en Zaragoza, 23 de diciembre de 2oo9. Tras la cámara, Aloma Rodríguez).


TESTAMENTO DE JEFF BUCKLEY

Un nadador divide la soledad en dos:
la primera es del agua;
la segunda, del cielo.

(Jesús Jiménez Domínguez, Fundido en negro, Barcelona, DVD, 2oo7, p. 25).

miércoles, 21 de enero de 2009

gruta de ramas

(Madrid, 21 de enero de 2oo9)


PATRICIA PONS

De Chile sólo recuerdo una niña de 12 años
bailando sola en un camino de grava.

Estoy dentro de una gruta
de un metro de alto por un metro veinte
de ancho.
Una gruta de ramas y matorrales
a orillas del camino.

Ella aparta las hojas y me sonríe.

(Roberto Bolaño, La Universidad Desconocida, Barcelona, Anagrama, 2oo7, p. 83)

sábado, 17 de enero de 2009

muy lejos en el extranjero

(Andrés Trapiello y Elena Medel, fotografiados por Gemma Vidal: Madrid, 15 de enero de 2oo9)

"En la segunda mitad de los años sesenta, en parte por razones de estudio, en parte por otras razones para mí mismo no totalmente claras, viajé repetidamente de Inglaterra a Bélgica, a veces para pasar sólo un día o dos y a veces para varias semanas. En una de esas excursiones belgas que, según me parecía, me llevaban siempre muy lejos en el extranjero, llegué, un radiante día de verano, a la ciudad de Amberes, que hasta entonces conocía únicamente de nombre. Nada más llegar, mientras el tren entraba lentamente en la oscura nave de la estación por el viaducto de curiosas torrecillas puntiagudas a ambos lados, comencé a sentirme mal, y esa sensación de estar indispuesto no desapareció en todo el tiempo que estuve aquella vez en Bélgica. Recuerdo aún mis pasos inseguros al recorrer todo el centro de la ciudad por la Jeruzalemstraat, la Nachtegaalstraat, la Pelikaanstraat, la Paradijsstraat, la Immerseelstraat y muchas otras calles y callejas, y cómo finalmente, atormentado por el dolor de cabeza y pensamientos desagradables, me refugié en el zoológico"...

(W.G. Sebald, Austerlitz, Barcelona, Anagrama, 2oo2, p. 7. Trad. de Miguel Sáenz).


lunes, 12 de enero de 2009

un pájaro

(Madrid, 9 de enero de 2oo9)

"Lo que es el agua lo enseña la sed.
Lo que es la tierra el mar que hay que cruzar.
El júbilo lo enseña la amargura,
la paz lo que se cuenta de batallas,
el amor el mantillo de la tierra.
Sólo la nieve dice qué es un pájaro."

[Water, is taught by thirst.
Land - by the Oceans passed.
Transport - by throe -
Peace - by its battles told -
Love, by Memorial Mold -
Birds, by the snow]

(Emily Dickinson, Algunos poemas, Granada, Comares (La Veleta), 2oo1, pp. 40-41. Versión de Carlos Pujol).

viernes, 9 de enero de 2009

otro cielo

(Madrid, 9 de enero de 2oo9)

"Había yo salido
A coger agua al pozo, al lado de los árboles,
Y me encontré en presencia de otro cielo. [...]"

[J'étais sorti
Prendre de l'eau au puits, auprès des arbres,
Et je fus en présence d'un autre ciel [...]]

(Yves Bonnefoy, Principio y fin de la nieve, Madrid, Hiperión, 1993, pp. 48-49. Versión de Jesús Munárriz).

miércoles, 7 de enero de 2009

suerte

(Madrid, 7 de enero de 2oo9: V. y T. tras entregar en el Registro Civil los documentos que les permiten casarse)

PROPINA

No hay otra palabra posible. Pues eso es lo que fue. Una propina.
Una propina, estos diez años pasados.
Vivo, sobrio, trabajando, amando y
siendo amado por una buena mujer. Hace once
años le dijeron que tenía seis meses de vida
si seguía como hasta entonces. Y que no iría
a parte alguna sino al fondo. De modo que cambió
su modo de vivir. ¡Dejó de beber! ¿Y lo demás?
Después de eso todo fue una propina, cada uno de los minutos,
hasta ahora, incluyendo cuando le dijeron eso;
bueno, algunas cosas se vinieron abajo y
algo creció en su cabeza: "No lloréis por mí"
-les dijo a sus amigos-. "Soy un hombre de suerte.
He vivido diez años más de los que yo o cualquiera
esperaba. Pura propina. Y no lo olvido".

(Raymond Carver, Un sendero nuevo a la cascada (apud Josep M. Rodríguez, Hana o la flor de almendro, Valencia, Pre-Textos, 2oo7, p. 76))

martes, 6 de enero de 2009

esto es tiempo

(Madrid, 6 de enero de 2oo9. 6:03 a.m.)


HOMOSEXUALIDAD
(Segunda versión)


Hablamos hasta tarde en la terraza.
Los grillos repetían
el pulso de la noche, como si nos dijeran:
esto es tiempo.
Habíamos bebido y el alcohol
no se había estancado, giraba dulcemente
como una llave sola que abre muchas puertas.
Bordeamos el tema del amor,
a conciencia, sin mencionarlo nunca,
como a un león dormido,
pero atrapó los cuerpos a su modo.

Al amanecer, cerramos las persianas,
para que así la noche durara todavía.

Preparaba un café y pensé en lo imposible,
como si todo entonces se hubiera detenido
-un pasillo vacío, una luz indagante
y relieve en lo plano-,
y en amar sólo aquello que va con lo posible.


(Luis Muñoz, Correspondencias, Madrid, Visor, 2oo1, p. 68)


domingo, 4 de enero de 2009

un viaje gordo, una luz muy grande

(Madrid, 3 de enero de 2oo9: 20:53 p.m.)

"Para mí Iñes es una televisión, y las cosas que me cuenta son películas. Ayer me contó una cosa de mariposas. Me contó que una vez unas mariposas fueron de Canadá a Australia. "Unas mariposas" son dos millones o tres millones. Y de Canadá a Australia hay un mar, me dijo Iñes, y hay que pasar todo el mar para ir a Australia, y eso es un viaje gordo para una mariposa.
Y me contó que llegaron a Australia de noche. Pero la noche no les gusta mucho a las mariposas. A las mariposas lo que les gusta sobre todo es la luz. Y vieron una luz muy grande en Australia, en una punta. Y fueron a la luz. Y esa luz grande era una pista de atletismo con los focos encendidos. Y eran las olimpiadas, y estaban encendidos todos los focos, porque eran las olimpiadas. Y las mariposas fueron a los focos, pero los focos son como fuego. Y las mariposas empezaron a quemarse, las puntas de las alas y las puntas de las antenas. Eso me dijo Iñes, y luego me dijo que cuando las mariposas empezaron a quemarse las puntas de las alas y las puntas de las antenas, se quedaron medio dormidas. Igual que se quedan en los botes. Y cuando se quedan medio dormidas, las mariposas no pueden volar, y empezaron a caer a las pistas de atletismo. Y las mariposas eran dos millones o tres millones. Iñes me dijo que empezó a llover en la pista de atletismo, pero con mariposas, no con agua. Y se suspendieron las olimpiadas, porque las mariposas eran dos millones o tres millones, y no se podía correr encima de las mariposas y no se podía hacer atletismo. Y estuvieron una hora recogiendo mariposas de la pista. Y luego empezaron las olimpiadas otra vez.
Y me contó que todas las mariposas no fueron a los focos. Me dijo que algunas fueron a la gente, y que igual cien o doscientas se pusieron encima de un niño que estaba viendo las olimpiadas, encima del cuerpo y encima de la cabeza, y que el niño estaba contento, pero su madre no. Su madre estaba asustada y empezó a gritar, y las mariposas escaparon de la misma, porque a las mariposas les gusta la luz, pero los gritos no".

(Unai Elorriaga, Vredaman, Madrid, Alfaguara, 2oo6, pp. 13-14).

sábado, 3 de enero de 2009

entre la niebla

(Madrid, 3 de enero de 2oo9, 17:10 p.m.)

Se oye un bastón...
¿quién vendrá caminando
entre la niebla?

***

El viento sopla
para que el sauce alcance
la perfección...

***

Viento de otoño.
Ella habría escogido
las flores rojas.

(Kobayashi Issa, Poemas de madurez, Córdoba, Juan de Mairena, 2oo8, pp. 27, 53 y 84. Trad. de Josep Maria Rodríguez)

"... they just grow lonesome..."

viernes, 2 de enero de 2009

una toallita celeste

(Madrid, Residencia de Estudiantes: 1 de enero de 2oo9)


"Milan se esfumó. Sin decir nada. La gente estaba de pie, aplaudiendo y sonriendo con placidez y mendigando una pieza más. Evidentemente, él ya no regresaría.
Lo encontramos en un improvisado camerino: solo, fumando, una toallita celeste alrededor de la nuca. Lía le dio dos besos. Yo lo abracé. No sé por qué tenía él un aire de soldado herido, pero no herido de muerte sino herido de vida, herido feliz, herido boyante, herido satisfecho, herido de tal forma que por fin podría abandonar la guerra y volver a la serenidad de su casa. Entonces, dijo pisoteando su cigarro en el suelo, ¿comemos algo?".

(Eduardo Halfon, El boxeador polaco, Valencia, Pre-Textos, 2oo8, p. 74)

jueves, 1 de enero de 2009

espere verde



"Es el tiempo que pasaste junto a ella lo que hizo tan importante a tu rosa"

(A. de S.-E., El Principito)

"... después de la guerra el mundo se presentaba enorme, ignoto y sin confines. Mi madre sin embargo volvió a vivirlo como pudo. Volvió a vivirlo con alegría, porque tenía un carácter alegre. Su espíritu no sabía envejecer y no conoció nunca la vejez, que consiste en quedarse humillado en un rincón llorando el desmoronamiento del pasado. Mi madre asistió sin lágrimas al desmoronamiento de su pasado y no llevó luto por él. No le gustaba vestirse de luto. Cuando su madre murió sola y de improviso, mi madre estaba en Palermo y fue a Florencia. Sufrió mucho al verla muerta. Después salió en busca de un vestido de luto, pero en lugar de comprarse un vestido negro, como era su intención, se quedó con uno rojo"

(Natalia Ginzburg, Léxico familiar, Barcelona, Lumen, 2oo7, p. 2o2. Trad. de Mercedes Corral).