
CIELO
Te tenía olvidado,
cielo, y no eras
más que un vago existir de luz,
visto -sin nombre-
por mis cansados ojos indolentes.
Y aparecías, entre las palabras
perezosas y desesperanzadas del viajero,
como en breves lagunas repetidas
de un paisaje de agua visto en sueños...
Hoy te he mirado largamente,
y te has ido elevando hasta tu nombre.
(Juan Ramón Jiménez, Diario de un poeta recién casado, Madrid, SECC, 2oo8, p. 33. Selección de Luis Muñoz.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario