viernes, 2 de enero de 2009

una toallita celeste

(Madrid, Residencia de Estudiantes: 1 de enero de 2oo9)


"Milan se esfumó. Sin decir nada. La gente estaba de pie, aplaudiendo y sonriendo con placidez y mendigando una pieza más. Evidentemente, él ya no regresaría.
Lo encontramos en un improvisado camerino: solo, fumando, una toallita celeste alrededor de la nuca. Lía le dio dos besos. Yo lo abracé. No sé por qué tenía él un aire de soldado herido, pero no herido de muerte sino herido de vida, herido feliz, herido boyante, herido satisfecho, herido de tal forma que por fin podría abandonar la guerra y volver a la serenidad de su casa. Entonces, dijo pisoteando su cigarro en el suelo, ¿comemos algo?".

(Eduardo Halfon, El boxeador polaco, Valencia, Pre-Textos, 2oo8, p. 74)

No hay comentarios: